Cómo afrontar las críticas de los demás

Cómo afrontar las críticas: Guía práctica y amigable

Las críticas son como ese vecino que siempre te toca el timbre en el peor momento. A nadie le gusta lidiar con ellas, pero son parte de la vida. En esta entrada, vamos a sumergirnos en lo que significa afrontar las críticas de los demás, por qué es importante aprender a hacerlo y cómo puedes hacerlo sin perder la calma ni tu autoestima. Además, te daré herramientas prácticas, ejemplos reales y recomendaciones de libros que pueden echarte una mano.

1. ¿Qué son las críticas?

Empecemos con lo básico. Las críticas son comentarios o juicios que otras personas hacen sobre nosotros, nuestras acciones, o nuestras decisiones. Pueden ser tan suaves como un «quizás podrías haberlo hecho mejor» o tan hirientes como un «eres un desastre total». Y, claro, nadie está exento de recibirlas.

Pero no todas las críticas son iguales. Algunas pueden venir con la intención de ayudarte a mejorar, mientras que otras, sinceramente, solo están para bajarte la moral. A lo largo de este post, te mostraré cómo identificar unas y otras, y más importante, cómo enfrentarlas sin que te afecten de más.


2. Diferencias entre crítica constructiva y destructiva

Primero, es clave saber distinguir entre crítica constructiva y destructiva. La primera busca ayudarte a mejorar, mientras que la segunda, bueno… su única función parece ser hacerte sentir mal.

Una crítica constructiva te llega junto con una dosis de empatía, y lo notas. Por ejemplo, cuando te dicen: «creo que podrías hacer esto de una forma diferente para mejorar tu trabajo», lo están haciendo con la intención, no solo de ayudarte a mejorar, sino de no herir tu ego ni tu autoestima, por tanto, quieren construir una mejor versión en ti.

Sin embargo, una crítica destructiva, es todo lo contrario, no tiene esa buena intención de base e incluso puede venir camuflada como si fuese constructiva, como cuando te dicen: «todo lo que haces está mal, ¿por qué sigues intentándolo?». En esta ocasión, la persona que vierte esta crítica sobre ti, no desea que mejores, sino que desistas en tu intento de mejorar, no quiere una mejor versión de ti, no quiere que avances, simplemente quiere destruirte y hundirte.

Es muy útil tener esta distinción clara porque no todas las críticas son malas, algunas son oportunidades de aprendizaje.


3. ¿Por qué es importante afrontar las críticas?

Porque no podemos evitarlas. Quieras o no, recibirás críticas durante toda tu vida. Aprender a gestionarlas te permitirá avanzar sin quedarte atrapado en el malestar que pueden generar. Aquí van algunas razones para aprender a afrontarlas:

  1. Mejora tu bienestar emocional: Si aprendes a gestionar las críticas, evitarás que te afecten más de lo necesario. Admítelo, estar todos los días preocupado por el qué dirán, dándole vueltas a esos pensamientos, no te ayuda en nada, solo te machacas tú mismo.
  2. Creces como persona: Las críticas constructivas te ayudan a ver áreas de mejora en tu vida. Si no te dejas hundir por ellas, puedes incluso identificar tus puntos flojos para centrarte en ellos y mejorarlos.
  3. Evitas el desgaste: Cuando no sabes procesarlas, las críticas pueden afectarte en tu día a día, provocando estrés, ansiedad o incluso depresión. Sin embargo, cuando aprendes a darles la importancia justa, aprendes a pasar sobre ellas, dando lugar solo para las que son constructivas y eliminando las destructivas.
  4. Refuerzas tu autoestima: Saber que puedes manejar los comentarios de los demás sin que te afecten te da seguridad en ti mismo. Aprender a gestionar tus emociones respecto de las críticas exteriores te hará más resiliente incluso sin darte cuenta conscientemente.

4. Cómo identificar cuándo una crítica te afecta

A veces, una crítica te golpea más fuerte de lo que te gustaría admitir, pero no sabes identificar cuándo es así, ni el motivo base que te hace sentirte así. Lo cierto es que existen algunas señales que nos indican que una crítica nos ha afectado más de lo que debería, y son las siguientes:

  • Te quedas pensando en el comentario durante horas o días: Esto se llama rumiación y es mu agotador y desgastante. Si te ocurre sin darte cuenta, cuando tú incluso piensas que no te ha importado, pero te ves a ti mismo pensando constantemente en lo que te ha dicho alguien, es porque sí te ha importado y no te gusta ese hecho.
  • Cambias tu comportamiento o decisiones solo por lo que te dijeron: Si dejas de hacer algo que te gustaría para no recibir más esa crítica, o si empiezas a cambiar tus hábitos o forma de hacer las cosas para no tener que escuchar las quejas u opiniones de los demás, es cuando les estás dando más importancia de la que tú quieres.
  • Empiezas a dudar de tus capacidades o tu valía: Esto ocurre cuando tú sabías que eras capaz de algo, te habías imaginado llevándolo a cabo, pero en cuanto recibes una opinión distinta a la que tú te habías formado, empiezas a dudar de ti mismo. Esto es, primero por falta de seguridad férrea en ti mismo, y segundo porque le has dado más importancia de la que se merece a esa opinión, que es solo eso, una opinión, y no tiene por qué ser cierta.
  • Sientes rabia, tristeza o frustración cuando alguien te hace una crítica: Esto ocurre cuando simplemente te importa lo que te dicen y te gustaría que no fuese así, te gustaría que opinaran de otra forma, porque te has esforzado para que así sea y no has conseguido tu objetivo.

Si te identificas con alguno de estos puntos, no te preocupes, es totalmente normal. Todos hemos estado ahí en algún momento. Lo bueno es que ahora lo sabes identificar y ponerle solución.


5. Pasos para afrontar una crítica de manera saludable

Bien, aquí llega la parte práctica. ¿Cómo puedes gestionar una crítica sin que te desmorones? Sigue estos pasos y verás cómo poco a poco las críticas pierden su poder sobre ti:

1. Respira y calma tu reacción inicial

Es normal que, al recibir una crítica, tu primera reacción sea defensiva o emocional y que quieras contestar con la misma intensidad e incluso con el mismo nivel de educación. No te castigues por ello. Lo importante es detenerte, respirar profundo y darte un momento para procesar lo que te han dicho.

2. Evalúa la intención de la crítica

Pregunta mentalmente: ¿Esta crítica tiene la intención de ayudarme o solo de hacerme daño? Si es constructiva, sigue adelante; si es destructiva, ya sabes que no merece tanto de tu atención.

Atención a este punto porque, el hecho de que una crítica no nos guste, no significa que sea mala o destructiva. A veces, sobre todo las críticas de los que más queremos o de la gente más cercana a nosotros, nos hieren porque no esperamos que opinen como lo hacen, pero debemos saber diferenciar si lo hacen solo por dañarnos o si de verdad quieren ayudarnos y no es su intención hundirnos sin más. Esto puede ocurrir cuando, por ejemplo, has trabajado mucho tiempo en un proyecto y cuando buscas la opinión de tu pareja, ésta, en lugar de decirte lo bien que lo has hecho, te dice que puedes mejorarlo añadiendo algo más. Tú puede que lo veas perfecto, y de primeras puede molestarte que tu pareja no coincida, pero en el fondo no quiere dañarte, sino ayudarte a mejorarte más aún si cabe tu trabajo, para que incluso puedas llevarte después más elogios en el trabajo. Por ello, cuando lo identifiques, y aunque te moleste, párate un momento a pensar si simplemete te molesta porque te habías hecho una espectativa de opinión ajena que luego no ha resultado o si de verdad esa persona tiene una intención dañina contigo.

3. Responde, no reacciones

Una vez hayas diferenciado si va con buenas o malas intenciones, es decir, cuando ya has distinguido que no es un acrítica constructiva, es hora de responder, pero no lanzándote a lo loco a la defensiva, pues así puede que solo empeores la situación. No debes ponerte a la altura de alguien cuya única intención es destruirte. Es más, si lo haces, puede que le estés dando la razón en el sentido de que puedas darle razones para pensar que no eres tan bueno como quieres aparentar. En vez de eso, trata de responder de manera calmada. Un simple «Gracias por tu opinión, lo tendré en cuenta» puede cortar el drama de raíz.

4. Reflexiona

Tómate un tiempo para pensar en la crítica y en lo que puedes aprender de ella. Si no encuentras nada útil, deséchala. Si ves algo valioso, úsalo para mejorar.

5. Mantén tu autoestima alta

Recuerda, una crítica no define quién eres. Si alguien te critica, no significa que seas incapaz o insuficiente. Simplemente, aprende de ello, usa lo bueno y desecha lo malo.


6. Estrategias para procesar las críticas

Afrontar las críticas no significa solo lidiar con ellas en el momento. También implica saber cómo gestionarlas después. Aquí te doy algunas estrategias que puedes usar para procesarlas:

  • Diario emocional: Escribe cómo te sentiste después de recibir la crítica. Esto te ayudará a ver la situación con mayor perspectiva y a desahogarte. Además, si la situación se repite con personas distintas o en situaciones parecidas, podrás acudir a tu diario y revisar cómo te comportaste o qué sentiste en situaciones anteriores.
  • Autocompasión: Sé amable contigo mismo. Todos cometemos errores y es parte del proceso de crecimiento. Aceptarte es natural y necesario, no serás menos por ello, y te beneficiará enormemente.
  • Hablar con alguien de confianza: A veces, una crítica puede ser más fácil de digerir si la compartes con alguien cercano que pueda darte otra perspectiva. Puede que pienses que una crítica es muy importante o imposible de ignorar, o muy hiriente, hasta que la comentas con algún amigo o familiar que te ayuda a darle la importancia justa y no machacarte con ella. No pasa nada si buscamos ayuda del exterior para gestionar nuestras emociones respecto de las opiniones de terceros, no seremos más vulnerables o débiles, simplemente, usaremos lo bueno que esas personas cercanas nos aportan con su opinión sobre lo ocurrido.

7. Quién debería practicar el manejo de las críticas

Spoiler: todos. Las críticas están presentes en cada etapa de nuestra vida, pero el impacto que tienen sobre nosotros puede variar dependiendo de nuestras circunstancias. Algunas personas, por la naturaleza de sus responsabilidades o relaciones, pueden estar más expuestas a recibirlas. A continuación, vamos a ver cómo estas críticas pueden afectar a diferentes personas y qué podemos hacer para gestionarlas mejor en cada caso.

1. Personas con responsabilidades familiares

Cuando tienes responsabilidades familiares, ya sea cuidar de niños pequeños, atender a un familiar mayor o encargarte de las finanzas del hogar, las críticas pueden venir de muchas direcciones: de tus hijos, de otros miembros de la familia, o incluso de ti mismo. El consejo aquí es: prioriza lo que es realmente importante. No te desgastes por comentarios que no aporten soluciones o que no tengan fundamento. Aprende a poner límites y recuerda que, aunque seas responsable de muchas cosas, no tienes que ser perfecto.

2. En la maternidad y paternidad

La crianza de los hijos es un terreno lleno de opiniones no solicitadas. Desde familiares que te dicen cómo deberías educar a tus hijos, hasta comentarios en redes sociales sobre tus decisiones como madre o padre. Aquí, la clave es confiar en ti mismo. Cada familia es diferente, y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. Acepta las críticas constructivas que puedan ayudarte a mejorar, pero no te sientas mal por seguir tu propio camino.

3. En la educación de nuestros hijos

Los niños son esponjas que absorben todo lo que ven y escuchan, incluidas las críticas que reciben y que observan cómo gestionamos. Es importante enseñarles desde pequeños que las críticas son parte de la vida y que no todas deben tomarse de manera personal. Enséñales a diferenciar entre una crítica constructiva y una que no aporta nada, y ayúdales a procesarlas con calma, en lugar de reaccionar impulsivamente.

4. Personas con familiares cercanos y mayores

Cuidar a familiares mayores o tener una relación estrecha con ellos puede traer consigo críticas por cómo manejas ciertas situaciones, ya sea por las decisiones que tomas o por cómo organizas las cosas en el hogar. Aquí es fundamental recordar que, aunque sus opiniones son importantes, no todas las críticas son aplicables. Escucha con respeto, pero no te sientas obligado a actuar en base a cada comentario.

5. En el entorno de las redes sociales

Las redes sociales son el caldo de cultivo perfecto para las críticas, y muchas veces estas son impulsivas y destructivas. Lo más recomendable en estos casos es no tomarte nada de manera personal. Es fácil criticar desde el anonimato, pero eso no significa que las opiniones ajenas definan tu valor o tus decisiones. Filtra los comentarios que valen la pena y descarta el resto.

6. Personas en relaciones de pareja

En una relación, las críticas pueden doler más porque vienen de alguien a quien queremos. Sin embargo, es importante recordar que la comunicación es clave. Si una crítica viene con la intención de mejorar la relación, escúchala y habla abiertamente sobre lo que ambos pueden hacer para avanzar. Si la crítica es hiriente o constante, puede ser necesario replantearse la manera en que os comunicáis o buscar soluciones conjuntas para gestionar mejor las emociones.

7. En el ámbito laboral, especialmente para personas con exposición pública

En el trabajo, especialmente si eres autónomo o tienes una profesión en la que estás expuesto a la opinión pública, las críticas pueden ser frecuentes y duras. En este caso, sé selectivo con el feedback que recibes. No todas las críticas te ayudarán a mejorar. Aprende a distinguir cuáles aportan valor y cuáles no, y busca apoyo en personas de confianza para recibir una retroalimentación honesta y útil.


En resumen, las críticas nos afectan a todos, pero el truco está en saber gestionarlas según nuestro contexto. No se trata de ignorarlas por completo, sino de aprender a recibirlas con inteligencia y usar solo aquellas que realmente nos ayuden a mejorar o crecer.


8. Beneficios de aprender a gestionar las críticas

Afrontar las críticas no es solo una herramienta para sobrellevar el día a día; es una habilidad transformadora que puede traerte importantes beneficios a largo plazo. Veamos cómo:

  • Mayor resiliencia emocional: Cuando aprendes a manejar las críticas de manera saludable, te vuelves más resistente ante los contratiempos. Cada vez que superas una crítica sin venirse abajo, entrenas tu mente para recuperarse más rápido de los golpes emocionales. Esto te permite seguir adelante con más fortaleza y menos ansiedad.
  • Mejora en las relaciones interpersonales: Al saber gestionar las críticas, también desarrollas una mayor empatía y capacidad para comunicarte con los demás. Esto no solo te ayuda a aceptar mejor lo que otros te dicen, sino que también te facilita ofrecer tu propio feedback de una manera más constructiva y cuidadosa, evitando herir sentimientos y fortaleciendo lazos personales y profesionales.
  • Confianza en ti mismo: Al enfrentarte a las críticas con seguridad y sin perder el control, tu autoestima se refuerza. No solo aprendes a distinguir entre críticas útiles y destructivas, sino que te sientes más capaz de tomar decisiones, actuar con convicción y seguir tu propio camino sin dejar que los comentarios negativos te desvíen.

Dominar esta habilidad te coloca en una posición de control sobre tus emociones, lo que mejora no solo tu vida personal, sino también tu bienestar general.


9. Ejercicios prácticos para mejorar tu relación con las críticas

Aquí te dejo algunos ejercicios sencillos y efectivos que puedes implementar para mejorar tu capacidad de lidiar con las críticas. No requieren mucho tiempo, pero sí constancia, y te ayudarán a fortalecer tu resiliencia ante los comentarios de los demás.

El «Diálogo interno positivo»

Cuando recibas una crítica, tu primera reacción puede ser sentirte mal o frustrado. Para contrarrestar esto, practica el diálogo interno positivo. Cada vez que alguien te señale algo negativo, respóndete a ti mismo con un pensamiento positivo. Por ejemplo, si te dicen que cometiste un error en el trabajo, recuérdate algo que hiciste bien ese día. Este equilibrio te ayudará a no caer en pensamientos negativos y a mantener una perspectiva más realista y saludable de ti mismo.

Escritura reflexiva

Llevar un diario de críticas puede ser una forma poderosa de procesarlas y aprender de ellas. Anota las críticas que recibas, cómo te hicieron sentir y qué puedes sacar de ellas. ¿Te hicieron ver algo que no habías notado? ¿Realmente tienen fundamento? Con el tiempo, esta práctica te permitirá observar patrones y te ayudará a reaccionar de manera más calmada y racional en el futuro.

Simulaciones de críticas

Este ejercicio puede sonar un poco curioso, pero funciona. Pide a alguien de confianza que te haga críticas «de mentira», críticas constructivas sobre cualquier tema. Esto te permitirá practicar tu reacción emocional en un entorno seguro. Al simular situaciones difíciles, te entrenas para no tomarte las críticas tan a pecho y respondes de forma más equilibrada cuando las críticas reales lleguen.

Estos ejercicios son una forma de entrenar tu mente y tu actitud frente a las críticas, para que con el tiempo, en lugar de ser algo que te desestabiliza, se conviertan en una herramienta de mejora personal.


10. Conclusión: Transforma las críticas en crecimiento personal

Afrontar las críticas no es una tarea fácil, pero es una habilidad que puede cambiar tu vida. No solo te hará más fuerte emocionalmente, sino que también te permitirá aprender de tus errores y mejorar en todos los aspectos de tu vida. La próxima vez que recibas una crítica, en lugar de dejar que te derrumbe, recuerda que es una oportunidad para crecer.

Y si en algún momento sientes que las críticas te están sobrepasando, vuelve a esta entrada, revisa los ejercicios, los consejos y, sobre todo, ¡no te olvides de ser amable contigo mismo!